Me duele, duele acordarme de esto diario, cada día que pasa,
y aun me acuerdo claramente cuando un día cualquiera no se presento a la
escuela, y me tuvo preocupado todo el día, hasta que más noche ese día, pude
localizarla por su celular, y me dijo que había estado en el hospital, sólo
eso, no sabía si para visitar a alguien, si ella fue la que estuvo internada,
para este punto, se estarán imaginando que pasó, pero yo no sabía nada, no
hasta cuando me dijo que le dieron unos dolores muy agudos en todo su abdomen,
y por eso fue con un doctor, a mi no me preocupaba, ni a ella, seguro no fue
nada, pensamos los dos, no le dimos importancia, sólo queríamos estar juntos.
Pasaron los días, esas se hicieron semanas, y hasta meses,
me dijo que las visitas con el doctor estaban aumentando, hasta que me dijo,
que tenia un serio problema en el estomago, y varios órganos que estaban ahí,
me dijo que no había entendido muy bien, términos de doctores, sólo le pregunte
que si iba a estar bien, me contesto que sí, que no me preocupará, todo iba a
salir bien, calculaba. Todo iba a estar bien…
Se ausentaba mucho en la escuela, no quería preocuparme,
ella no quería que lo hiciera, pero la extrañaba, y me provocaba ansiedad no
saber nada de ella, no me atrevía a preguntarle que sucedía, si estaba bien,
veía en sus ojos un desgaste, no le preguntaba nada, me suponía que estaba
cansada de eso, y sólo quería olvidarse de eso.
No fue hasta mucho después,
cuando me dejaron por fin, ir con ella al hospital, y me dejaron entrar a verla
a su habitación, y la vi, parada en el baño, viéndose al espejo, viendo como
sus hermosos risos de color fuego, caían al suelo, como las lagrimas de
frustración, dolor, caían por sus mejillas, fue un dolor tremendo ver esa imagen,
ver como el fuego se extinguía, como se iba la llama de la vida, sólo la
abrace, y ella sollozando me empezó a decir que era por la medicina que le
estaba aplicando, yo solo asentí, y le susurre al oido que la amaba, y que todo
iba a estar muy bien, que sólo eran días malos, no sólo le mentí, si no que
también me engañe a mi mismo. Saliendo de ahí, llegando a mi casa, le grite a
mis padres, le grite al mundo, el por que no me dijeron nada, que por que no me
dijeron lo que tenía, ellos sólo se hicieron los desentendidos, esa fue la
segunda noche en que lloré más, y llorando me quede dormido.
Semanas después ya no la podía ver, su familia, con la mía acordó
que no sería bueno que la siguiera viendo, sólo recibía sus mensajes, que me decían
que iba a estar muy bien, que estaba haciendo progreso, que no me preocupara,
mis padres, me decían que le estaba yendo de maravilla, que muy pronto iba a
estar conmigo. Día tras día mis esperanzas crecían más, ya la quería ver, estar
de nuevo juntos, tenía el apoyo de todo el mundo, mis esperanzas estaban en lo
más alto, sabía que se iba a recuperar, lo sabía.
Hasta que llego el
día, no sé de quien lo escuche primero, no quiero acordarme quien fue el que me
dijo, que se había ido. Que ya no estaba.
Todo lo que me dijeron días anteriores, era mentiras, todos
esos meses me alimentaron de mentiras, hasta ella, sólo me decían que todo iba
a salir bien. Pero no, nada salió bien, perdió la lucha, se fue, jamás la
volveré a ver, no podría creer lo que estaba escuchando, no lo quería creer,
justo ese día, en ese exacto momento, fue la vez que más he llorado hasta ahora
en mi vida, sabia que ya no iba a poder tocar esos hermosos risos, perderme en
sus ojos color esmeralda, ni besar sus hermosos labios, todo eso, era injusto,
siquiera podía creer la noticia, fueron meses de depresión, no salía de mi casa, no asistí a su funeral, no soportaba el hecho de verla en un ataúd, sólo fueron mis padres. Aun sigo triste,
pero ya nada puede hacerse, nada termino bien para nadie. Aun tengo buenos recuerdos de ella, aun recuerdo la perfecta armonía que se veía en su rostro en el momento que sonreía.
Aun la veo en mis sueños. Aun sueño con poder abrazarla.